sábado, 9 de noviembre de 2013

En esta primera entrada, he querido comenzar con algunos textos minificcionales de Alberto Hernández, autor nacido en el estado Guárico, pero con muchos años residenciado en la ciudad de Maracay. He aquí algunas minificciones en el tiempo (van desde sus primeros textos hasta unos pocos inéditos):

CRUCIGRAMA
Todas las mañanas buscaba la página de pasatiempos. Resolvía con facilidad los crucigramas y dameros de los diarios. Un día, una palabra le jugó una mala pasada. Registró todos los diccionarios de la biblioteca. Llamó a los más reputados filólogos del país. Se entrevistó con el autor del crucigrama. Pero nada.
Es costumbre conseguirlo en las calles de muchas ciudades preguntándole a la gente acerca del significado de la palabra inescrutable. (Cortoletraje).

VIRGO
En los ojos tenía quince años. La virginidad denunciaba el deseo de concebir de un pájaro negro que visitaba cada mañana su ventana. Tanto lo deseó que el pájaro logró entrar a la habitación. Pero el fracaso del milagro no se hizo esperar. La niña desplumó al animal y lo lanzó a la basura, porque ya basta de tanta magia y de tanta realidad y de tanta maravilla, dijo para sus adentros mientras deseaba al vecino, un muchacho tonto que solo era capaz de teclear una máquina mientras el cielo anuncia que hoy los ángeles bajarán atentos a cualquier descuido. (Virginidades y otros desafíos).

1. 
La última vez que lo vi era hombre. Pero me dejas patitiesa con eso de que ahora es mujer. Qué vainas tiene la vida. Pero lo más extraño es que se transformó para hacerse lesbiana, dices.  Cosas de gusto. La vida sí que es complicada, comadre. Ese muchacho era muy inteligente. Armaba unos avioncitos con tacos que le quedaban muy bien. Y ahora que es mujer…me imagino que seguirá siendo inteligente, porque una cosa no tiene que ver con la otra. ¿No es verdad?” (Apuntes para hacer y deshacer el amor).

La brevedad cuando es buena, es aun más breve...

                                                                                  GG